Como prescriptores, nuestro deber principal es no causar daño. Los profesionales de la salud deben mantenerse al tanto de estas posibles señales y, en consecuencia, realizar una evaluación completa y una evaluación de riesgo-beneficio detallada y personalizada para los pacientes antes de cada prescripción de finasterida.
—Ongoing Concerns Regarding Finasteride for the Treatment of Male-Pattern Androgenetic Alopecia: JAMA Dermatology, November 2020