Pero a pesar de sus esfuerzos por brindar esperanza, probablemente no estaría vivo hoy.
Escribo este breve mensaje para que su fundación sepa lo importante que es su trabajo para los miles de hombres afectados por la finasterida. Pero a pesar de sus esfuerzos por brindar esperanza, probablemente no estaría vivo hoy. Hace seis meses (después de tomar solo 9 píldoras), me encontré afligido con el síndrome post-finasterida, y desde entonces mi vida ha cambiado fundamentalmente. No puedo agradecerles lo suficiente por lo que están haciendo y continuaré contribuyendo a las iniciativas de investigación.